El origen de los canapés se remonta a la antigua Roma, aunque en su forma original no se asemejaban exactamente a lo que hoy consideramos canapés. En aquellos tiempos, los romanos solían utilizar hojas de parra o rebanadas de pan tostado para sostener y transportar alimentos.
El término "canapé" proviene del francés y significa "sofá", haciendo referencia a la costumbre de colocar pequeñas porciones de comida sobre rebanadas de pan tostado o galletas como acompañamiento en las comidas. Esta tradición se popularizó en la corte francesa durante el siglo XIX, cuando los aperitivos antes de las comidas eran una práctica común en las reuniones sociales.
Los canapés se convirtieron en un medio de presentación artística de alimentos y comenzaron a ser servidos en eventos de alta sociedad y recepciones elegantes. Los chefs franceses de la época competían en crear combinaciones innovadoras y atractivas de sabores y texturas en miniatura, lo que llevó a la evolución de los canapés como una expresión de creatividad culinaria.
Con el tiempo, los canapés se expandieron más allá de Francia y se adaptaron a diversas culturas y gustos culinarios. En la actualidad, los canapés son una parte esencial de la gastronomía en eventos formales y casuales en todo el mundo, presentando una amplia variedad de ingredientes y estilos, pero aún manteniendo su esencia de ser pequeñas delicias que estimulan el apetito y los sentidos.